Una de las principales pegas que se le atribuyen a la poca introducción que han tenido los coches eléctricos es la baja autonomía de los mismos debido a que la tecnología de baterías con la que contamos ahora no permiten obtener autonomías similares a las que obtenemos con los actuales coches diésel.
IBM en conjunción con otros organismos de investigación ha desarrollado unas baterías basadas en tecnología litio-aire que prometen unas autonomías de unos 800 km por carga de vehículos eléctricos. Autonomía más que sobrada teniendo en cuenta que los trayectos medios diarios españoles no sobrepasan los 100 km.
Esta noticia parece dar un paso de gigante en lo que se refiere a la tecnología de baterías para movilidad por carretera ya que supone duplicar sobradamente la autonomía que consiguen los modelos más avanzados de Tesla Motors.
Esta noticia parece dar un paso de gigante en lo que se refiere a la tecnología de baterías para movilidad por carretera ya que supone duplicar sobradamente la autonomía que consiguen los modelos más avanzados de Tesla Motors.
La tecnología Li-air se basa en un electrodo positivo formado por carbono a diferencia de las actuales baterías de litio ion que tienen óxidos metálicos. El caso es que el carbono del electrodo positivo reacciona con el oxígeno “ambiental” que lo rodea formando corrientes eléctricas. La ventaja de todo esto es que el electrodo positivo de carbono-oxígeno parece ser mucho más ligero que los actuales de óxidos metálicos. Esto permite almacenar mucha más energía con un peso mucho menor de las baterías.
Después de enumerar las ventajas de este sistema de almacenamiento también es de rigor decir cuál será el talón de Aquiles de esta prometedora tecnología. Si bien los aumentos de temperatura eran el principal problema de las baterías Li-ion, las baterías de Litio-Aire no soportan demasiado bien los ciclos de recarga debido a que los compuestos químicos en su interior pueden tener una degradación prematura. De todas formas, en IBM no se deben estar quedando quietos y ya buscan maneras de subsanar este grave inconveniente.
De hecho, aseguran que están próximos a dar con la solución al problema utilizando unos compuestos que eliminarían este indeseado efecto, eso si, no revelan de que tipo de compuestos se trata y prefieren guardarlos en secreto (como es lógico).
IBM ha esbozado un poco por encima las posibles prestaciones que se podrían alcanzar si su investigación llega a buen puerto. La tecnología Li-air promete, en teoría, 10 veces más densidad eléctrica que la actual de iones de litio, serán mucho más pequeñas y tendrán una vida estimada 5 veces mayor que las actuales.
La fecha de partida a todo esto: se fija 2013 como año para presentar un prototipo funcional de la tecnología, y ya en 2020 esto podría llegar a los mercados. Osea, que en 8 años podríamos ver estas baterías montadas en coches, teléfonos móviles, portátiles… De momento solo nos queda esperar y desear que esta noticia no sea otra “lista de intenciones” vacía.
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